Aunque llevamos tiempo con pequeños adelantos de lo que será la colección primavera-verano no fue hasta este fin de semana cuando, en un intento por cuidar un poco mi autoestima, decidí revolver en uno de los altillos en los que, en cajas perfectamente ordenadas, guardo algunos tesoros del pasado.
La prenda de la que os voy a hablar no es un tesoro, ni mucho menos. De hecho, aún no sé porqué extraña razón la sigo guardando. Supongo que en algún ‘temido cambio de armario’ dije eso de “no me los he puesto nada este año, pero seguro que el que viene siguen estando de moda”. Como imaginaréis, no me los puse ni al siguiente, ni al siguiente, ni al siguiente... Pero la pena hizo que no me deshiciera de ellos.
Han tenido que pasar 10 años (¡me entran sudores fríos solo de pensarlo!) para que aquellos pantalones de color rosa empolvado vieran de nuevo la luz.
|
No son estos, pero sí unos clones de los que tengo en mi armario. |
Por el momento, solo me los he probado y, la verdad, me sientan bastante bien. Eso sí, tendré que comparar con la infinita cantidad de modelos que podemos encontrar en las tiendas. Y es que el imperio Inditex, Mango, Topshop o Bimba&Lola lucen en sus escaparates diferentes tipos de prendas con un denominador común: los tonos pastel.
Mi idea es hacerme con uno verde y otro amarillo. Eso sí, ya veremos cómo me sientan…