Llevo algo más de una semana sin dar señales de vida y algunos de mis amigos y conocidos han empezado a pensar que podía pasarme algo. Y estaban en lo cierto: no he tenido tiempo material para escribir. Podría haberlo hecho en horario de oficina (pero está feo), de madrugada (pero no me sentía con fuerzas) o ir hilando frases en “los tiempos muertos”. Pero he optado por no escribir nada. Quería disfrutar del momento de sentarme y escribir sobre algo, lo que fuera. Siempre he odiado eso de teclear ‘a toda prisa’ (de hecho, creo que ése fue uno de los motivos por los que abandoné la prensa diaria).
Así que después de un paréntesis, aquí estoy de nuevo.
Lo que quiero contar hoy se queda un poco ‘perdido en el limbo’ porque sucedió hace una semana y pico. Pero quiero compartirlo porque me encantó. Me refiero a la exposición que, desde el pasado 19 de mayo (fecha de la que hablo) y hasta el próximo 13 de junio, se puede visitar en la flagship store que Adolfo Domínguez tiene en la calle Serrano, 5 de Madrid.
Las obras, las de su hija Tiziana Dominguez, pertenecientes a la serie ‘Ants, Horses & other relatives’. Se trata de un conjunto de pinturas figurativas, con mucho color, hecha a brochazos.
Desde la entrada a la tienda hasta la planta superior, a lo largo de toda la escalera, se puede apreciar la obra de la hija pequeña del diseñador gallego quien, durante la inauguración, aseguró que siempre la ha gustado mucho más pintar animales que personas. “De pequeña se empeñaban en que pintara a mi familia hasta que un día retraté a mi abuela pero con mucha más edad. Cuando se vio comprendió que lo mío eran los animales”, dijo con gracia la autora.
Merece la pena perderse un día por Serrano, 5. No solo por la exposición sino por el hecho de visitar, una vez más, la tienda. Una maravilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario