lunes, 31 de enero de 2011

Sin medias y a lo loco

No recuerdo qué día de la semana pasada me levantaba con la siguiente noticia: “Es la novena vez en este mes que nieva en Nueva York”. Mientras me ponía rímel en las pestañas antes de ir trabajar desconecté del resto de noticias y me puse a pensar. ¿En qué?, dirás. ¿Te vas de viaje? La respuesta es no. Simplemente pensé en lo mucho que les gusta a determinadas newyorkinas (y europeas también –esas parisinas y noruegas-) lucir sus piernas independientemente de la temperatura que haya en la calle.
Es cierto que aún son muchas las personas que cuando optas por esta tendencia en pleno en invierno te miran como si estuvieras loca. A mí me ha pasado en alguna que otra ocasión: “No me puedo creer que con el día que hace no lleves medias. Es más, vas con peep-toe como si estuviéramos en pleno verano. Pero, ¿No tienes frío?” A  lo que, muy digna, respondo: “No. Además si otras pueden yo también”.
Eso sí, por mucho que me empeñe, mis amigas y compañeras de trabajo saben perfectamente que aunque tenga frío (y si no por qué demonios llego a la oficina y lo primero que hago es encender el calefactorestratégicamentesituado?) prefiero sufrir (una de mis frases favoritas es: “para presumir a veces hay que sufrir”).
Y es que no hay nada más chic que lucir las piernas desnudas. Aunque esta tendencia requiere tener las piernas y los pies en perfecto estado: siempre depiladas, con un tono digno de ser enseñadas (hay más opciones que los Rayos UVA) y  con la pedicura impecable. Es un poco tedioso pero el resultado merece la pena. Y si no, ¿no son ideales?


Además, yo siempre pienso: “Si las nórdicas, newyorkinas o parisinas pueden, ¿Por qué no voy a hacerlo yo que vivo en una ciudad en la que no hace tanto frío? Y tú, ¿te apuntas?
FOTOS: El Mundo, Ninas Vintage, Stockholm Street Style.

jueves, 27 de enero de 2011

¡No sin mi tratamiento de queratina!

Hacía varios meses que no veía a mi amiga P. y cuando la vi comprobé que no había cambiado en absoluto. P. es de esas personas que no importa el tiempo que tardes en verla que siempre está estupenda. Y, lo que es más, siempre que hablo con ella parece que nos hubiéramos visto el día anterior.
Mientras tomaba un café le comenté: “El martes tengo cita en la peluquería y no puedo fallar. Mi tratamiento de queratina ya se ha convertido en ‘un fijo’”. Se quedó un poco perpleja y me dijo: “Pero, eso ¿realmente funciona?” Y yo, como fuera de mí –y con un complejo de directora comercial de la peluquería y del producto en sí fuera de lo común-, me explayé durante un largo rato contándole en qué consistía y en qué medida me había “cambiado la vida” (que sí, de nuevo exagero).
Lo conocí gracias a A. y desde que me lo dijo me empeñé en que tenía que probarlo. “Simplemente por ver si funciona de verdad”. Una incógnita que despejé al tercer día de hacerme el alisado con queratina.


El lugar elegido para hacérmelo fue en la peluquería Black&White, en el barrio de Salamanca. Las recomendaciones eran de fiar y tampoco quería arriesgarme demasiado. Simplemente el hecho de pensar que reduciría el volumen de pelo y el encrespamiento y que desterraría las planchas merecía la pena.

El alisado se consigue gracias al alineamiento e impermeabilización de la fibra capilar al aplicar el tratamiento con la ayuda de una plancha. De este modo, la cutícula del pelo se restaura completamente, mostrando un nuevo aspecto de salud y brillo que hacía tiempo que no tenía en mi cabello.
Con una duración de tres meses, aproximadamente, los productos empleados no maltratan ni dañan el cabello. Al contrario, le aportan salud en la medida en que prescindes del secador (ahora en invierno es más complicado) y, sobretodo, de la plancha.
Mi amiga P. se quedó encantada con la explicación y, lo que es más, pidió cita al día siguiente. Aún no he podido hablar con ella de este asunto –está de viaje- pero estoy segura de que, al igual que me ha pasado a mí, estará encantada de emplear el tiempo que tardaba en peinarse en otras cosas mucho más interesantes (¿Cuánto tiempo nos quitan el secador y la plancha a lo largo de un mes?)

Y tú, ¿Conocías este tratamiento? ¿Qué opinas?

miércoles, 26 de enero de 2011

De lunares...

Recuerdo que cuando era pequeña –hablo de unos 7 u 8 años aproximadamente- me encantaban los viernes por la tarde. Eso de olvidarme del uniforme durante todo el fin de semana me volvía loca. Adoraba cambiar los cuadros del uniforme por los topos o lunares. Y es que por aquél entonces ya tenía predilección por algunas prendas. En concreto por un pantalón denim con lunares amarillos (lo escribo, lo recuerdo y me digo a mi misma: “Pero ¿qué gusto más horroroso, no?”) que adoraba. De hecho, el día en que mi madre “los hizo desaparecer sospechosamente” (por eso de que ya no estaban ni para dar a la parroquia) casi me muero de pena (una que es un poco dramática…).
Quizás eso marcó un antes y un después en mi vida y aún a día de hoy continúo pensando en ellos. De hecho, no sé si recordáis que en mi carta a los Reyes Magos aparecía un vestido de Sandro con estas características: de lunares.

Por suerte, la próxima temporada el estampado de lunares volverá con más fuerza que nunca y veremos topos no solo en vestidos o camisas sino también en bolsos y zapatos.
Hace unos meses se colaron en la pasarela.
Fendi SS 2011
Fendi SS 2011

Moschino SS 2011
Hoy lo hace tímidamente en nuestras tiendas


Vestido BDBA

Vestido de lunares Zara

Cuerpo de lunares Zara
 
Bershka

Fulard Fun&Basics

Botines Louboutin
 
Y tú, ¿eres muy de lunares?

martes, 25 de enero de 2011

'Color Blocking': ¡Ven a mi!

No recuerdo qué día de la semana pasada compré las revistas de moda. Como cada mes, lo primero que hice fue ojearlas ‘por encima’ con la idea de ir adentrándome poco a poco en sus páginas.
Si algo me gustó especialmente fue la portada de Telva en la que aparece la hermana pequeña de Laetitia Casta, Marie-Ange Casta. No fue tanto por sus esculturales medidas –que también, para qué vamos a negarlo- sino por alguna de las propuestas que, de mano de la joven modelo, nos trae la publicación.

Me quedo con el look de portada –total Gucci-. La paleta de colores que propone la marca italiana, repleta de turquesas, mostazas, jades o morados, no hace más que ponernos los dientes largos y acrecentar nuestras ganas (al menos las mías sí) de que lleguen los días en que podamos lucir este tipo de prendas.


Mientras escribo estas líneas me vienen a la cabeza los múltiples comentarios de uno de mis compañeros de trabajo. “Lo que se llevará la próxima temporada es el color blocking” o bloques de color (a mi parecer, tres es la combinación perfecta. Cuatro… ¡Too much!) Algo que desde luego Gucci ha sabido plasmar.
A buen seguro que en menos de un mes gran parte de los escaparates de las tiendas de nuestro país se hará eco de esta tendencia. ¡Me muero de ganas!
Y a ti, ¿Qué te opinas del color blocking? ¿Te atreves? Yo… ¡de cabeza!
FOTOS: Vogue

jueves, 20 de enero de 2011

Avance de Bimba&Lola y yo sin estrenar 'mis joyitas'

Hace justo una semana celebré mi cumpleaños y lo que pensaba que sería una cena para dos acabó convirtiéndose en una fiesta sorpresa. Efectivamente, la única que no sabía nada era yo (otra prueba más de que la inocencia sigue presente en mí).
Entre los muchos regalos que recibí – se nota que mis amigos leen el blog -, me encontré con un collar formado por dos cadenas unidas con múltiples detalles de pedrería, cristales engarzados y plumas de Bimba&Lola precioso.
En cuanto lo vi empecé a pensar: “con un Little black dress, taconazos, el pelo recogido en coleta y los labios rojos quedará ideal. Ya tengo outfit para el próximo evento”.

Al día siguiente, mientras recogía todos los regalos, opté por empezar a probar posibles combinaciones -muy propio en mí, por otra parte-. Todo me parecía perfecto. Tanto es así que me dio por mirar en la online store de Bimba&Lola para ver si tenían una chaqueta que había visto hacía tiempo y que era la adecuada para uno de los looks. Entonces recordé que, por el momento, aún no venden ropa. Eso sí, me quedé 'ojiplática' cuando me di cuenta de que, al igual que en casi todas las tiendas, ya tenían un montón de artículos de temporada. “Yo sin estrenar algunas de ‘mi joyitas’ y ya tienen cosas nuevas. ¡Qué estrés!”.
Así que no me quedó más remedio que hacer un repaso a lo que veremos en tienda los próximos meses.
Bolsos


1.      Bolso Bandolera Heritage.
2.      Bolso Bandolera Engraved.
3.      Bolso Shopping Engraved.
4.      Bolso Shopping Heritage.
5.      Bolso Shopping Engraved color naranja (que me recuerda una barbaridad a uno de piel labrada color cereza que me regaló P. el año pasado).

Zapatos
1.      Bailarinas de mariposas.
2.      Bailarinas marrones.
3.      Sandalias abotinadas.
4.      Sandalias de tacón.
5.      Zapatos de salón.

Bisutería
1.      Anillo con piedra.
2.      Collar flamenco.
3.      Collar marino.
4.      Pendientes de aro.
5.      Pulsera de aros.
6.      Pulsera print.
7.      Pulsera flamenco.

Complementos
1.      Chal azul.
2.      Chal cenefa.
3.      Chal piñas.
4.      Chal leopardo.

¿Qué te parece la colección? ¿Te gusta?

miércoles, 19 de enero de 2011

¿'New Collection'? ¿Colección de Continuidad?

Me consta que no soy la única que cuando va de rebajas se fija casi más en las novedades que en lo de la temporada que estamos a punto de dejar atrás. A no ser que sean prendas versátiles, que pueda poner tanto en otoño como en primavera no suelo fijarme en ellas. (Aunque si encuentro un buen abrigo, unas buenas botas o unos vaqueros no me lo pienso).
Este año, más que nunca, no veo más que ‘New Collection’ o las denominadas ‘de continuidad’ –más que nada porque eso de ver montones de ropa tirados me estresa una barbaridad-.  Es lo que me sucedió la semana pasada cuando me pasé por una de las tiendas que Uterqüe tiene en la capital para cambiar el color de un organizador de bolsos que me habían traído los Reyes. “Ufff, qué va. Está agotado y habrá que esperar a que vengan los nuevos colores. Además, no está rebajado, porque es de la colección de continuidad”, me dijo una de las chicas. Mi cabeza procesó un momento la información y me dije: “Un nuevo término que tienes que aprender”. Y dicho y hecho.

En Zara la cosa cambia. Y es que debajo del cartel ‘New Collection’ me estoy encontrando con prendas que viven en mi armario desde hace ya un par de meses. Cuento: un abrigo, un vestido, una falda… (y esto lo que se me viene a la cabeza después de pensar en ello durante… ¿3 segundos?)






Mientras, en Sfera, Mango o H&M los montones de la ropa ordenada conviven con el caos. Y si bien encontramos algunas de las piezas claves de la nueva temporada aún no me he visto con la fuerza necesaria como para esperar más de 20 minutos en una fila de personas que están como locas con sus prendas rebajadas. ¿Me estaré haciendo mayor?

Siempre me quedará la compra a golpe de click. ¡Qué (miedo) invento!
FOTOS: El Norte de Castilla.

martes, 18 de enero de 2011

La vie en rose (o, mejor, chèvrefeuille)


De color madreselva o, mejor dicho, Pantone 18-2120, así es como tendríamos que estar viendo el mundo desde que empezara el año hace escasos 18 días. ¿Qué no es asÍ? Pues verás cuando se entere el Instituto del Color Pantone, que es el encargado de dictar los estándares de color para la industria del diseño y moda.
El color madreselva es un tono dinámico entre rosa y rojo, representa esperanza y es reanimador. Según la directora ejecutiva del Instituto del Color de Pantone, Leatrice Eiseman, “en momentos de estrés necesitamos algo para animar el espíritu. El Madreselva es un color cautivador y estimulante que consigue que se tenga constante adrenalina, perfecta para rechazar la tristeza y melancolía”.

Si echamos la vista atrás, comprobaremos que algunos de los grandes diseñadores ya fueron pioneros en las pasarelas del pasado otoño, cuando se mostraban las propuestas para esta primavera y verano que ya están a la vuelta de la esquina (eso quiero creer, aunque no sea del todo cierto).


Valentino.

Ailanto.

Personalmente, me encanta el madreselva (si bien antes de saber que se llamaba así yo le he acuñado mil y un nombres) y auguro que será uno de los míos para la próxima temporada (de hecho, tengo unas cuantas bodas –habrá mil post sobre el tema- y sé que en alguna luciré un vestido de este color).

Así que si empezáis a ver alguna prenda de estas tonalidades en las tiendas, pensad que a buen seguro será una gran inversión.
¿Te gusta este color?
FOTOS: Isopixel, El Mundo, El Mundo Textil

viernes, 14 de enero de 2011

La Foto Robada: Christine Centenera, by Stockholm Street Style

Se llama Christine Centenera, es australiana y editora de moda de Harper`s Bazaar.
Y, ‘para colmo’, es ideal.



FOTO: Stockholm Street Style.

jueves, 13 de enero de 2011

Porque el 13 de enero siempre es diferente...

13 de enero de 2011

09:00 En la oficina.

Macarons con mis compañeros.

17:00 En el lounge-bar.
Un mojito de Martini en El Uno de Molina (un sitio que me encanta).

21:00 En el restaurante.
Cena sorpresa organizada por P. ¿?
Durante todo el día celebraré que hoy cumplo 32 añitos, algo que no sucede todos los días (y gracias a Dios, porque si no… ¡qué estrés! Eso de tener un poco más de protagonismo tan sólo un día… ¡no va conmigo!)
Si un día normal pienso con antelación lo que me voy a poner, imaginaos el de mi ‘cumple’. Es cierto que no deja de ser un día normal y que no vas por la calle con un cartel que ponga: “Felicítame, por favor”, pero siempre gusta ir un poco más ‘mona’ o, al menos, intentarlo, ¿no?
Pues, después de mucho pensar –“no demasiado formal, no demasiado informal, algo discreto, elegante, sencillo…” (y así una cantidad de adjetivos que ya ni recuerdo)- , he decidido ponerme el vestido de Bimba&Lola de lana gruesa, color hueso y falda de volantes muy corta  del que os hablé en un post anterior (cuando ni siquiera hacía el frío suficiente como para poder ponérmelo). Optaré por ponérmelo con medias negras tupidas, zapatos de salón convertibles de Uterqüe, bolso de Bimba&Lola y un abrigo tipo levita rojo de Zara. Arreglada, pero no demasiado. (Me hizo gracia ver el otro día a mi admiradísima Paula Echevarría con él. Ideal, como siempre).
¡El vestido!

¿Qué os parece el look? (Ya tengo los engranajes en funcionamiento para ver que pongo el fin de semana cuando lo celebre con mis amigos… ¡Qué estrés! ¡Todo el día ‘trabajando’!)

miércoles, 12 de enero de 2011

¡No sé qué ponerme y encima llego tarde!

A cualquiera que le diga que me levanto cada día a las 6:45 de la mañana para ir a la oficina pensará que se trata de una cosa normal. Lo extraño viene a continuación: tardo entre 15 y 20 minutos en llegar al trabajo. Pero es que me encanta empezar el día con calma (relativa).
Recuerdo que cuando iba al colegio era siempre la primera que me levantaba. Por aquél entonces apenas tenía que pensar en qué ponerme. Solo tenía una opción: uniforme. ¡Qué tiempos aquellos sin dolores de cabeza adicionales! Aún así, me entretenía mirando a las musarañas y más de una vez mi padre de dejó literalmente ‘en tierra’ por no acabar a tiempo.
Algo similar me sucedió ayer. Siempre elijo la ropa que voy a ponerme con varios días de antelación. Como cualquier otro día, tenía en mente un outfit que, aún no sé muy bien porqué, decidí cambiar a última hora.
Mientras me secaba el pelo pensé que después de tantos días de lluvia había llegado el momento de estrenar los botines peep-toe de Uterqüe que me habían traído los Reyes Magos. Así que ni corta ni perezosa me puse a hacer pruebas. Que si con pantalones de vestir y jersey de pico de cachemir, que si con vestido blanco y medias navy, que si mejor los estreno otro día…
Cuando había descartado la mayoría de las opciones me percaté de que quedaban apenas 20 minutos para entrar a trabajar y estaba delante del espejo, en ropa interior, y con una gran duda existencial.
Antes de tirar por la borda todas mis intenciones de estrenar los zapatos, se me encendió la bombilla y recordé una falda navy de Bimba&Lola de hace un par de temporadas. Me la probé con una camisa de rayas de Massimo Dutti, medias navy y los botines de la discordia. ¡Estupenda! –claro que después de dos horas…-

1.      Botín peep-toe de Uterqüe.
2.      Falda de Bimba&Lola.
3.      Camisa de Massimo Dutti.
4.      Tench de Zara.
5.      Bolso de Bimba&Lola.
6.      Reloj de Massimo Dutti.

Mientras, P. no daba crédito a lo que estaba viendo y según me iba cambiando el modelo solo decía: “Y con eso, ¿qué abrigo te saco del armario?”. Al final, opté por ponerme un trench de Zara con manga francesa y unos guantes largos de piel marrón.
Salí de casa a las 8:53 y entré por la puerta de la oficina a las 9:03, con un ligero ‘mosqueo’ conmigo misma por tener la ‘feliz idea’ de empezar a probarme ropa cuando no debía. Y por si fuera poco, con 5 euros menos en el bolsillo.
Y a ti, ¿Te ha pasado alguna vez eso de que no acabas de verte y te pruebas una y mil cosas sin darte cuenta de que el tiempo no se detiene?