Siempre he sido mucho más de pendientes que de pulseras. (Leo de nuevo esta frase y me río de mi misma al percatarme de que, al parecer, una de las categorías en las que clasifico a las personas es esta: ‘de pendientes o de pulseras’). Pero de un tiempo a esta parte me he ido dando cuenta de que mi ‘pequeña colección’ de pendientes duerme tranquilamente en el joyero mientras que aquellas piezas de bisutería (alta, algunas, media o baja, otras) reclaman su protagonismo.
La semana pasada, me pasé por una de las tiendas que Aristocrazy tiene en la capital y quería llevármelo todo a casa. Especialmente, las pulseras. De oro, de plata, con incrustaciones o con tachuelas. Me gustaban todas. Lo mismo que las de Oh My God!, Suárez, Marta Salinas, Mónica Vinader… (¡Quítate de mi vista, Milla de Oro!)
1. Ana Ureña Skulls, Oh My God.
2. Pulsera de eslabones de oro, Aristocracy.
3. Slink Bracelet, Mónica Vinader.
4. Chumky Glma, Oh My God.
5. Pulsera Serpiente, Aristocracy.
6. Brazalete, Aristocracy.
7. Pulsera de eslabones de oro rosa, Aristocracy.
8. Pulsera con piedra, Marta Salinas.
9. Nugget Cuff, Mónica Vinader.
10. Patricia Nicolás, Oh My God.
11. So Precious, Oh My God.
De cara a las Navidades, creo que alguna de estas piezas (no descarto los collares joya que tanto me gustan) acabarán en mi poder, bien como regalo para alguien especial (madre, hermana o amiga) o propio (no lo descarto).
¿Sois más de pendientes o de pulseras? (O, como yo, va por épocas…)