lunes, 31 de octubre de 2011

Las apariencias engañan...

“Nunca vayas vestida ‘low cost’ a un evento”. Esta frase solía decirla un compañero del departamento de Moda cada vez que teníamos algún ‘sarao’. No tanto porque ‘no estuviera a la altura’ como por el hecho de que pudiera encontrarme a alguien vestida igual que yo. En realidad, siempre he sido de la opinión de que dos prendas exactamente iguales pueden ser totalmente diferentes en función de quien las luzca o los complementos que utilice.
A pesar de la advertencia, la semana pasada se me ocurrió ir a un evento de trabajo con una falda ‘low cost’. En este caso, de Zara.


La combiné con un top negro, un collar joya, una blazer, unos salones negros y un clutch. Un ‘outfit’ muy sencillo, pero muy ‘aparente’ a la vez. Y es que, al final de la velada, una invitada (a la que, por cierto, no conocía) se acercó a mí y me dijo: “Esta falda que llevas es de aquí, ¿verdad?” (haciendo referencia a Etro, boutique en la que organizábamos el evento). Con un sonrisa en los labios le dije: “Me encantaría, pero no. Es una pieza ‘low cost’ pero, por lo que veo, no lo parece. Es de Zara”. (Supongo que a estas alturas, ya tendrá una réplica de la pieza –como otras tantas personas en el mundo-).
Es cierto que arriesgué un poco pero a día de hoy puede ocurrir tanto con prendas baratas como con otras más caras. (Me vienen a la cabeza varias imágenes de dos ‘celebrities’ compartiendo espacio y modelito).
¿Os ha pasado esto alguna vez?

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