miércoles, 2 de noviembre de 2011

Estée Lauder Double Wear, mi nuevo maquillaje de larga duración

He de confesar que soy de esas personas que prefiere tener un plan trazado e ir cumpliendo objetivos a dejarme llevar por la improvisación. Por eso, el pasado lunes por la tarde organicé mi agenda de tal forma que si alguno de los semáforos de Goya tardaba más tiempo del estipulado en abrirse, no llegaría según el plan trazado. Así están las cosas.

“Entro, compro el jersey, miro un corrector y me voy a casa”. Estos pensamientos circulaban por mi cabeza cuando llegué a Estée Lauder y le pedí a la dependienta una réplica del corrector que llevaba en mi neceser (eso sí, lleno). “El que me pides dejamos de recibirlo hace un mes. Ahora tenemos el Double Wear, mucho más cubriente y fácil de aplicar. Si quieres te lo pruebo”, me dijo amablemente. “Uff!”, pensé yo, “no quiero liarme demasiado, pero…”

Al final, terminé no solo probando el corrector y el maquillaje de la misma gama (Estée Lauder Double Wear), sino comprándome ambos, un lápiz de ojos y un gloss. Todo ello por el módico precio de 45 minutos y algunos euros. A esto es lo que llamo yo ser una gran profesional. Y es que no solo consiguió que accediera a probar los productos sino también me los vendió.

Es cierto, no me puedo quejar. Las virtudes de las que me habló (larga duración, efector natural o sensación ligera y cómoda) coinciden a la perfección con el producto. Eso sí, se le olvidó un detalle importante: aplicar siempre con pincel (porque de no ser así parecerá de todo menos natural). Dicho esto, podéis deducir que mi primer contacto con el maquillaje fue desastroso… (El Rey Baltasar y yo primos hermanos).

¿No soy la única, verdad? (Por consolarme)

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