jueves, 10 de febrero de 2011

¡Salvada por la tintorería!

El comentario de ayer de Ninya en el que me animaba a escribir sobre mi estrecha relación con las tintorerías me abrió la mente y aquí estoy.
A menudo compro prendas cuya limpieza debe pasar sí o sí por la tintorería, algo que, sinceramente, es un engorro. No solo por el hecho de tener que llevarlo y recogerlo (esto en mi caso ya no sucede porque he encontrado una al lado de casa en la que te recogen y entregan la prenda a domicilio. Un lujo, ¡sí!) sino por el precio en sí. Y es que si sumara la limpieza de alguno de los vestidos ‘delicaditos’ que tengo en mi armario seguro que a estas alturas alcanzaría el precio de uno de ‘haute couture’.
Con el tema de la piel, el ante o el cuero sucede lo mismo. Que sí, que me he comprado una prenda (ver post del lunes) que, de nuevo, será carne de tintorería. Porque es cierto que hay muchos trucos –que si con jabón neutro, que si con agua y un poquito de jabón de bebé…- pero al final, aunque sea un poco caro, en según qué prendas, merece la pena. Y si no, siempre nos quedarán los consejos de nuestra madre (que no sé porqué extraño motivo siempre tiene razón).

Y tú, ¿eres asidua a la tintorería o eliges las prendas para poder ser lavadas en casa?

1 comentario:

NINJA dijo...

Anda que no saber quién soy... no reconocerme como tu antaño querido NINJA sólo indica que tenemos que vernos ya!!

Al menos te leo...y con este post recuerdo el dia en que fuimos a aquella tintoreria tan moderna en el que metías la tarjetita y un sistema automatico te entregaba las perchas con los modelazos :P eso sí que es el progreso!

Besos del editor en la sombra,otro de mis alter ego...